Francisco López Canís es presidente del Grupo Gourmets desde su fundación en 1976. Junto a su amigo Fernando Jover tuvieron la idea de promocionar la cultura culinaria de calidad en una época donde esta era una gran desconocida. España era aún un desierto gastronómico y, hoy en día, la cocina española y los productos españoles tienen una presencia internacional realmente significativa.

¿Cómo se crea el Grupo Gourmets?

El Salón de Gourmets arranca en 1976 con la aparición de la primera revista Club de Gourmets. Posteriormente organizamos entre los años 75 y 79 unas mesas redondas sobre gastronomía con la presencia de los grandes cocineros franceses que en aquella época eran “punta de lanza” de la gastronomía europea como, por ejemplo, Paul Bocuse, Raymond Oliver, Alain Chapel… Asimismo, en el año 1979 lanzamos la primera edición de la Guía Gourmetour (Guía Gastronómica y Turística de España) y hacia el año 1982 la primera Guía de Vinos Gourmets de España que todavía sigue publicándose. En el año 1986 el Grupo Gourmets se desdobla y crea una sociedad para el desarrollo de eventos cuyo primer paso fue en 1986 el Club de Vinos Gourmets y en 1987 la celebración del Primer Salón de Gourmets en donde empezamos con 62 expositores en la Casa Campo de Madrid.

¿Qué valores son los que podríamos destacar de esta filosofía de negocio y cuáles son los principales objetivos de Grupo Gourmets?

Cuando creamos este negocio, lo hicimos con el decálogo de movernos dentro del mundo gourmet con productos de calidad. Y hemos procurado, de alguna forma, mantener ese espíritu. Los números nos avalan de los 62 expositores con los que iniciamos el camino hasta alcanzar la cifra de 1.630 expositores actuales de productos de calidad. Es un salón profesional, donde se muestran las novedades del sector. Además, cada año hay una mayor presencia internacional, tanto de países como de productos que importan las empresas españolas.

¿Cómo ha evolucionado este concepto durante las 31 ediciones ya celebradas?

Creo que hemos crecido con el despertar del interés de la gastronomía. Hay que tener en cuenta que todos los medios de comunicación (prensa, radio, televisión) tienen secciones fijas al respecto, así como las nuevas tendencias tecnológicas (blogs, redes sociales…). Hemos ido provocando, de alguna forma, el impulso del desarrollo gastronómico. Al mismo tiempo se ha producido un “boom” turístico, tanto nacional, que ha viajado fuera y que ha producido un mayor conocimiento de otras culturas gastronómicas, como del turista extranjero que viene a España y prueba nuestros productos. La función del Salón de Gourmets es, de alguna forma, promover el consumo de estos productos e informar sobre ellos.

Por lo tanto, ¿nos creemos lo que hacemos o necesitamos de que nos lo digan desde fuera para valorar nuestros productos?

Puede que algo de cierto exista en ese concepto, forma parte de su idiosincrasia. Ha habido una toma de conciencia de lo que consumimos, pues hay un mayor interés por parte del consumidor español, del profesional del sector y del amante de la buena mesa por el tema gastronómico. Nos interesa comer bien, pero ello no significa comer más caro sino tener mas información del mismo. Al mismo tiempo España dispone de una despensa gastronómica maravillosa debido a nuestra fantástica localización y variedad orográfica. Tenemos productos singulares (aceite de oliva virgen, jamones, vinos, mariscos, quesos) que son admirados en todo el mundo.

Por poner un ejemplo, en la feria se han presentado más de seiscientos tipos diferentes de quesos. Esto nos da una idea del abanico de posibilidades que tiene actualmente el consumidor nacional como el extranjero. Lo que si es cierto es que hay que salir más afuera de nuestras fronteras e incrementar las relaciones comerciales para no seguir dependiendo exclusivamente del mercado español, que siempre esta sujeto (como todos los países) a posibles fluctuaciones económicas y conseguir unos mercados más estables.

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