Se trata de una iniciativa que cuenta con el apoyo del área de gobierno de Economía, Innovación y Empleo, a través de la Dirección General de Comercio y Partenariado del Ayuntamiento de Madrid que permitió a los asistentes disfrutar en más de cien puestos de una tapa maridada con vino Celeste Crianza, un vino de la bodega Pago del Cielo -en Ribera del Duero-, propiedad de la Familia Torres.

El evento contó, una edición más, con una banda sonora de excepción ya que los encargados de amenizar la velada serán reconocidos sumilleres y otros profesionales del mundo del vino. Entre los DJs estuvieron David Robledo (sumiller de Restaurante Santceloni, **Michelin) que actuó en el mercado de Antón Martín y María José Huertas (sumiller de La Terraza del Casino, **Michelin) que estuvo en el mercado de Mostenses. Además, el grupo The Winedrinkers, se encargó de deleitar a los asistentes con sus particulares versiones de canciones inspiradas en el vino, en el Mercado Tirso de Molina.

Al tiempo que se desarrollaron las distintas actividades programadas, los propios responsables de cada puesto fueron los encargados de crear una tapa con su producto estrella. De esta manera, los asistentes podieron disfrutar de una experiencia culinaria memorable con la calidad y la frescura como protagonistas.

  • Celeste Crianza

A 895 metros sobre el nivel del mar, donde las viñas y el cielo establecen una mágica conexión, nace Celeste Crianza. Un vino que atesora la frescura, la emoción y la intensidad de una noche estrellada.

Es un vino 100% tempranillo que refleja el carácter del territorio del que procede, la Ribera del Duero, y se muestra opulento, con mucha fruta, cuerpo y color, tras una larga crianza.

Nació en 2005, con la añada 2003, y hoy es uno de los vinos de la D.O. Ribera del Duero con más proyección internacional, con presencia en un centenar de mercados.

  • Mercados y espacios gastronómicos de Madrid

Ir de tapas mientras hacemos la compra es una tendencia imparable en Madrid. Cada mañana 46 mercados municipales de Madrid ponen al alcance de sus clientes una inmensa oferta comercial, con todo tipo de productos de la mejor calidad y al mejor precio. Aves, carnes, pescados, verduras, ultramarinos, artículos de todo tipo y también platos ya elaborados, delicatessen, take away, bares de tapas y restaurantes donde ir a comer.

Estos mercados se han convertido en espacios para la experimentación culinaria, donde el gourmet descubrirá su paraíso: quesos, vinos, embutidos, dulces, comida internacional y un suculento etcétera que se renueva sin cesar.

  • Mercado de Antón Martín

Este centro comercial que toma el nombre de la comercial Plaza de Antón Martín de Madrid, es otro de los establecimientos que se suman a la nueva tendencia de mercados gourmet. En su interior se mezclan los puestos de productos frescos de toda la vida con otros que ofrecen una gran variedad de comida multicultural (japonesa, italiana, mexicana, colombiana, taiwanesas, española…). Además, este mercado alberga una librería con fanzines y publicaciones autoeditadas españolas, una floristería y una escuela de baile en su planta alta.

  • Mercado de los Mostenses

Situado en la Plaza de los Mostenses es uno de los mercados más veteranos de la ciudad. Construido en el año 1946, mucho ha cambiado desde entonces. Hoy, sin duda, su seña de identidad característica es la formidable mezcla de culturas, gastronomía y alimentos de los cuatro puntos cardinales. Oriente y occidente, norte y sur están representados en este céntrico mercado, a espaldas de la Gran Vía, donde podemos encontrar desde caviar iraní a una completa muestra de la más exótica fruta tropical procedente de Sudamérica. Los más de cien puestos del mercado, repartidos en tres plantas o ubicados a pie de calle, abarcan un espectro amplísimo del negocio alimentario –con nutrida representación de la gastronomía latinoamericana y oriental- y ofrece servicios variados.

  • Mercado de Tirso de Molina

Situado en el distrito de La Latina, éste es uno de los dos mercados municipales que se encuentran en la zona, concretamente en el barrio de Puerta del Ángel, muy cerca del Paseo de Extremadura y Madrid Río. Es uno de los últimos ejemplos existentes de la arquitectura civil de la Segunda República.

El edificio fue creado en 1932, siguiendo el diseño del arquitecto Luis Bellido, autor también del Matadero de Madrid. El complejo alberga 27 puestos de venta de productos frescos del día a precios asequibles, entre los que se encuentran carnicerías, pescaderías, ultramarinos, panaderías, fruterías, verdulerías, además de un bar. Recientemente, el Mercado de Tirso de Molina ha sido parcialmente rehabilitado, dentro del plan integral promovido por el Ayuntamiento de Madrid para los mercados municipales de la capital, con el objetivo de mejorar sus instalaciones y servicios.