La Casa del Pregonero es, sin duda, uno de los grandes referentes gastronómicos de Chinchón (Madrid), que todo buen amante de la cocina no debe dejar pasar.
Miriam Hernández, su propietaria, es de Madrid pero se ha criado y crecido en Chinchón, localidad al sureste de la capital, en la comarca de Las Vegas, a unos cuarenta y cinco minutos de la capital.
Por ello mismo, Miriam se siente “muy chichonera”. Y lo dice con la boca bien llena de orgullo porque allá por donde Miriam está presente, su amada localidad se mantiene viva en sus conversaciones. «Me crié entre pepitorias y sopas, entre ajos y anises», así podemos resumir la trayectoria de esta pequeña gran mujer.
Porque Miriam es una mujer menuda, pero de gran inquietud, hiperactiva y con la sonrisa siempre engalardonada. Y aunque pertenece a una familia vinculada desde hace tiempo a la hostelería, esta no era la idea que tenía ella para su futuro. Había estudiado Administración y Dirección de Empresas y su cometido era gestionar los negocios familiares. Pero las circunstancias del momento hicieron de ella un ejemplo de superación y de actitud, asumiendo con gran valentía las riendas del negocio familiar.
Miriam Hernández es actualmente la chef del restaurante La Casa del Pregonero donde su maestría a la hora de elaborar la cocina tradicional de esta comarca madrileña, la ha hecho ser embajadora de la Comunidad de Madrid. Y es curioso cómo ha sido su evolución porque, hace años, Miriam desconocía por completo cómo funcionaba una cocina de puertas para dentro. Pero hoy la carta de su restaurante recoge ejemplos claros de la cocina castellana, con especial presencia de preparaciones originales de la comarca pero revisadas y actualizadas, apostando siempre por el ajo fino como elemento diferenciador.
Con estos destellos de profesionalidad nos decidimos a visitar su local, situado en plena Plaza Mayor de Chinchón (conjunto arquitectónico popular en pie desde la Edad Media), al lado del Ayuntamiento. En esta misma plaza, donde vivió el último pregonero y rodeado de encanto y tradición, se levanta este restaurante inaugurado en febrero del 2002. Bajo el cobijo de los soportales, al cerrar los ojos se puede sentir cómo se detiene el tiempo y cómo el embrujo de la historia recorren tu cuerpo. Al cruzar la puerta de esta casa balconada, llegas a su patio interior acondicionado, iluminado de forma natural, donde solamente queda reposar los nervios y empezar a disfrutar de sus sugerencias.
La carta entera es un monumento al buen yantar: el cordero asado es uno de los imprescindibles, además de los guisos y pucheros de temporada, así como otros platos más estacionales.
En estos fríos días de enero, empezamos con un delicado Consomé de Coliflor y Repollo, pasando a continuación a una Torta de Chicharrón, anguila ahumada y salsa tártara realmente seductora, para terminar con un Foie Mi Cuit de Trufa y sal Maldon.
Como platos importantes, comprendimos el por qué de la afamada reputación de Miriam en la cocina. ¡Cómo no podíamos subirnos al cielo de la excelencia con su Sopa de Ajos fino de Chinchón con huevo!. El Costillar de Cochinillo deshuesado elaborado a fuego lento en su propio jugo es un espectáculo de sabor. Podríamos vivir solamente de estos dos últimos platos, lo reconocemos.
Y eso que el otro plato de caza, elaborado a base de Ciervo acompañado de arrope con aroma de Pino, piña, trigo, piñones y seta era de una creatividad exquisita. De postre, nos animamos con un Brownie de Chocolate con Pistachos y helado de vainilla. Y, por supuesto, todo ello acompañado con un vino de la DO Madrid, Las Moradas de San Martín, productos regionales que Miriam potencializa en su carta de vinos.
La jota chichonera reza diciendo: ¡Viva Chinchón porque tiene la fama del aguardiente, de las mujeres bonitas y de los hombres valientes!. Y nosotros añadiríamos ¡…y con la cocina de Miriam sobresaliente!
Miriam nos termina explicando al final de este show gastronómico que, “la cocina es muy creativa y me divierto muchísimo trabajando en ella, pero soy consciente de que aún tengo mucho que aprender.” Pues la verdad, es que nos tienes enamorados porque como sigas así, más de un premio llegará a tus manos. Y nosotros estaremos ahí para pregonarlo.