No hay verano sin espetos. Y si no puedes ir a la playa, siempre puedes disfrutar del nuevo nigiri de espeto que ha incorporado KABUKI Madrid a su carta y que está causando furor en la capital.
Con su última creación, el chef Alejandro Durán rinde tributo a la rica cultura malagueña en forma de bocado. Este innovador nigiri captura la esencia de la tradición andaluza, fusionando la frescura del espeto con la elegancia de la cocina japonesa. El toque distintivo de este plato radica en su marinado en vino generoso, que aporta una profundidad de sabor y una sutil sofisticación a la sardina ahumada.
Con sus puertas abiertas durante todo el mes de agosto, KABUKI Madrid es una propuesta perfecta para quienes desean disfrutar de una experiencia gastronómica excepcional. Cada bocado es una celebración de sabores auténticos y perfectamente equilibrados, llevando a los comensales a un viaje culinario que, ahora, con el nuevo nigiri de espeto, acerca las costas de Málaga al corazón del barrio de Salamanca en Madrid.
Sin artificios y sin pretensiones
Dejando al producto y al diseño hablar por sí mismos. Así es KABUKI Madrid, la última propuesta gastronómica de Grupo KABUKI (calle Lagasca, nº 38), una de las aperturas más emocionantes de la temporada.
En la dirección gastronómica se encuentra el reputado chef mexicano Alejandro Durán, gran innovador de la cocina fusión, experto en técnicas japonesas y que ha recorrido el mundo en búsqueda de nuevos ingredientes y sabores para sus creaciones. Cocinero profesional desde los 18 años, Durán ha trabajado en importantes restaurantes, incluyendo algunos con estrella Michelin como Ampudia, MB de Martín Berasategui, Azurmendi del chef Eneko Atxa o Arrop de Ricard Camarena.
Máximo respeto por la estructura
Su propuesta se caracteriza por el uso de materias primas de altura para mantener los sabores y la autenticidad de los pescados, así como el uso de las técnicas más puras para trabajarlos, especialmente los cortes, su precisión y el respeto a la estructura orgánica de los alimentos. La carta presume sin disimulo de un pescado excepcional. Imprescindibles son su Tataki de Lubina con mostaza japonesa, cebolleta, wakame y piñones; el Nigiri de Cigala con grasa de jamón ‘Joselito’ y salsa nikiri; y la degustación de atún, selección de sus tres diferentes cortes.
Hay platos tradicionales y minimalistas japoneses. Desde el Daikon Nishine o Age Dashi Tofu hasta otros más elaborados como la Castañeta de Wagyu cocida a baja temperatura durante 72 horas con parmentier, miso y teriyaki. La influencia mexicana del chef se nota en platos como el Futomaki de cochinita pibil, senbei de tartar de toro con salsa pastor, nigiri de calamar con salsa chipotle, roll de papada de cerdo con salsa de chiles Tatemados o un Aguachile de cenizas y Pulpo con aguacate sunomono.
El chef mexicano demuestra una ejecución impecable del estilo robatayaki, una de las técnicas gastronómicas más aclamadas, resumida en fuego en parrilla de carbón. Su Sakana Kume Niniku, -pescado blanco con salsa cítrica- o el Wagyu japonés de la región de Miyazaki -de grado A5, el más preciado- son sencillamente extraodinarios.
El homenaje a la cocina popular madrileña está presente con los Yakitoris de Callos de Wagyu, de oreja de cerdo o de mollejas de cordero; el Bocata de Calamares, de corte fino con emulsión de ajo negro y migas de pan; y el Tartar de Atún y huevos rotos. Para aquellos que prefieren opciones vegetarianas, el restaurante también ofrece numerosas opciones de verduras.
En la parte dulce tienes que probar los clásicos mochis KABUKI, realizados de forma artesanal; la Sopa de Mango y Jengibre con fruta fresca, helado de coco y dacquoise de coco o el Brioche Hojaldrado con chocolate guanaja 70%, azúcar de té matcha y un sorbete de coco y yuzu.
Maridajes para realzar sabores
KABUKI Madrid cuenta con una bodega de más de seiscientas referencias, a cargo de Silvia Ortúñez (sumiller del restaurante) en la que están representados las más importantes regiones productoras del mundo y en la que destaca una importante oferta de Champan, Riesling y Sake. La oferta de maridaje de KABUKI Madrid no sólo se limita al vino y al sake, sino que también incluye té, fundamentalmente japonés y chino, cerveza y cócteles.
El nuevo ‘place to be’ de la capital
Una de las novedades es su espectacular coctelería (KABUKI Bar) de la mano del joven pero excepcional bartender, Julián Gómez, un exquisito templo de coctelería. A su oferta de coctelería clásica se unen el sake, el umeshu, los whisky japoneses, el té matcha, el jengibre, el yuzu y otros ingredientes.
Los productos nipones protagonizan las creaciones más novedosas. KABUKI Bar está llamado a ser el nuevo place to be de la capital madrileña. Un emplazamiento desenfadado, glamouroso y con mucha vida para los que sólo quieren picotear, tomar una copa durante su shopping por la zona o un afterwork con alma Kabuki.