La Taberna de Elia, el Reino de las Reses

Catalin Lupo está al frente del restaurante La Taberna de Elia desde hace más de diez años, donde mantiene una carta con una amplia y selecta carta de carnes, destacando las piezas de razas Wagyu, Angus, Simmental, Rubia gallega y los cortes de bueyes del noroeste peninsular… seleccionadas personalmente.

Como hemos presentado, en este reino gastronómico la carne brilla por su excelencia tanto por su calidad como por su variedad. El local está ubicado en Vía de las Dos Castillas, 23 – Pozuelo de Alarcón.

Un local dinámico, distendido, abierto a la luz y al buen protocolo en sala, el cliente se siente como en casa desde que entra en el mismo. La sensación de frescura y elegancia se respira en cada espacio donde todo detalle está pensado al milímetro.

Especializado -principalmente- en el asado de carne de vacuno a las brasa, también posee una extensa oferta de pescados y otros productos. El secreto de su éxito es el excepcional tratamiento en cocina que distingue la tarea de su chef, Catalin Lupo.

La impecable selección de las piezas, su destreza en la elección del corte y el perfecto dominio de las brasas han hecho de La Taberna de Elia un lugar de culto para los amantes del asado  la parrilla y entendidos en carnes.

Las carnes son sometidas a una maceración en cámara seca controlada en relación con la edad, raza y dimensión de la pieza propia que puede llegar a ser de hasta 45 días con el fin de que alcance su predisposición óptima para el asado y su punto de terneza ideal.

Con la potencia del vacuno mayor de la raza Rubia Gallega -con más de 7 años- o la del Buey -criado serenamente en dehesas y establos durante más de nueve años-, así como las carnes magras de la ternera rosada o de la ternera autóctona de la Sierra madrileña, proporcionando un marmorizado excepcional o grasa intramuscular de sus lomos, hacen de esta experiencia carnívora un placer infinito.

Entre sus especialidades más célebres se encuentra el Steak Tártar de la casa, a elegir entre los entrecot o solomillos de carne roja y al peso, picado a cuchillo al momento y escuetamente aliñado con cebolleta, alcaparra y yema de huevo, pimienta y sal, con la sensación picante solicitada y catada previamente, con mostazas variadas servidas aparte. Muy, probablemente, el mejor y más natural de los tártar.

También encontraremos oportunas ensaladas con las que aliviar las densidades sápidas o abrir el apetito, como la de ventresca, en una selecta conserva que se derrite en boca.

Como plato habitual, su estupendo pisto de verduras asadas a la parrilla e integradas hasta su conjunción absoluta y bien aliñada… o huevos del corral rotos con bastones de patatas recién fritas y jamón ibérico, efectuados con esmero y casticismo.

La Taberna de Elia ofrece, además, una extensa y selecta bodega con vinos (y vinazos), así como champagnes de grandes familias o, incluso, de modestos cosecheros. Para quienes se sientan suficientemente golosos, los sorbetes de gin-tonic o de cava, junto con una selecta carta de espirituosos y digestivos, garantizan y amplía grata sobremesa en la terraza.

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