La Giralda homenajea con cariño y buen gusto la gastronomía andaluza

Este emblemático restaurante, ubicado en la madrileña calle de Claudio Coello, nos invita a disfrutar de una excelente propuesta gastronómica con toda la esencia del sur.

Su fundador, Carmelo Espinosa, empezó en 1976 con un pequeño restaurante llamado La Giralda, una freiduría situada en la céntrica calle Hartzenbusch de Madrid. Aquello funcionó muy bien. Pero no fue hasta 1994 cuando inauguró La Giralda Claudio Coello, un nuevo local tal y como lo conocemos ahora, para deleitarnos con una sabrosa y esmerada oferta culinaria de corte andaluz.

Carmelo acabó en el mundo de la hostelería por casualidad, ya que se trasladó desde su tierra natal almeriense a Barcelona y luego a Madrid con la idea de cumplir su sueño taurino como novillero. Una vez instalado en la capital, compaginó su carrera con un trabajo de camarero que le conduciría a cambiar radicalmente sus planes de futuro. Se puede afirmar que con este proyecto, Carmelo fue pionero en Madrid de las freidurías andaluzas de calidad.

El éxito que cosechó con su primer restaurante le animó a inaugurar otros locales bajo el mismo nombre de La Giralda por la capital, donde mantuvo hasta cuatro sucursales. Pero como consecuencia de la crisis de 2008, estos tuvieron que cerrar y en la actualidad solamente podemos seguir disfrutando de su precioso local de la calle Claudio Coello, todo un homenaje a la cultura del sur.

Rindiendo homenaje a su gran pasión, el restaurante nos seduce con una decoración de corte tradicional con guiños al mundo del toro y la lidia. Una estética que nos embriaga con azulejos esmaltados, adornos de forja y escenas de tauromaquia. Un amplio local que cuenta con dos plantas: uno más íntimo y reservado, y una terraza a pie de calle.

Viajando a la Andalucía más gastronómica

En su carta, Carmelo rinde homenaje a su tierra natal incluyendo los platos más emblemáticos de las distintas provincias andaluzas: desde las magníficas chacinas, pasando por sus míticas frituras, carnes y pescados, hasta sus sabrosos arroces.

También dispone de una amplia selección de platos entre los que destacan sus afamadas croquetas de jamón, la clásica ensaladilla rusa y los famosos huevos Carmelo, con riquísimas patatitas paja y crujiente de jamón.

Entre los postres de La Giralda -todos ellos caseros- no se pueden pasar por alto la leche frita, los piononos de Santa Fe, sus magníficos crepes Suzette o el refrescante sorbete de limón al cava, ideal para los calurosos días de verano.

Una propuesta gastronómica protagonizada siempre por un producto de primera calidad, que invita a acompañarlo de la típica copa de Manzanilla o de una amplia y cuidada carta de vinos.

Tras más de cuarenta años al pie del cañón, hoy seguimos viendo a Carmelo contagiándonos su interminable entusiasmo cuando visitamos La Giralda mientras nos ofrece elaboraciones y productos típicos de su querida Andalucía a través de su recién estrenada terraza en el callejón de Puigcerdá.

A su lado, sus cuatro hijos (María, Germán, Paco y Carmelo) son la nueva generación que promete continuar con este entrañable guiño al sur más tradicional. Un viaje gastronómico que nos transporta la carismática tierra de la alegría y el salero a través de una equilibrada carta que rebosa historia culinaria y sabor.

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