El restaurante IZTAC vuelve a renovar completamente su propuesta gastronómica para seguir enamorando a sus visitantes, donde profundiza en los albores de la cocina tradicional mexicana.
Una evolución que muestra a sus visitantes la riqueza y variedad de la gastronomía mexicana que, pese a ser la primera en ser declarada por la UNESCO Patrimonio Invaluable de la Humanidad, sigue siendo una gran desconocida, víctima de prejuicios y estereotipos infundados.
Ese precisamente esel objetivo de Jorge Vázquez, propietario del restaurante y auténtico apasionado de la gastronomía mexicana, que se marcó como propósito crear ese restaurante al que iría cuando visita su México natal.
Ubicado en el mismo local que ocupara desde 1959 el restaurante “México Lindo”, primer restaurante mexicano de Madrid, en Iztac no hay nada qué no tenga un sentido y que convierta cada visita al restaurante en una experiencia completa: desde el nombre, derivado de la romántica historia de amor entre Iztaccíhuatl y Popocatépetl y que se representa en los espectaculares grabados de Gabriel Moreno que presiden la sala hasta cada detalle que ornamenta el restaurante y que son piezas minuciosamente seleccionados por Vázquez en sus visitas a México.
Recomendado este año por la prestigiosa Guía Michelín, el equipo de cocina de Iztac –dirigido por el chef mexicano Juan Matías-propone en esta ocasión un abanico de recetas que representan a las diferentes zonas gastronómicas del país. Un fiel reflejo de esos platillos que tradicionalmente se consumen en México, que se caracterizan por la variedad de ingredientes que esta rica cocina ofrece y que hacen de cada bocado algo sorprendente.
Un espectacular recorrido por los 32 estados del país plasmados en cada una de las creaciones que sintetizan las diferentes opciones culinarias del sabroso México.
Nuevos platos como el refrescante “Vuelve a la Vida” de mariscos, el Huarache de Lengua de Ternera, el Pulpo Rasurado, los Tacos de Rib-eye o las Tostadas de Manitas de Cerdo en Escabeche conviven con las recetas imprescindibles de Iztac como son el Aguachile de Camarones con Recado Negro, el Mochomo (que ahora regresa acompañado de una salsa de mezcal y chiles) y los icónicos Tacos Árabes.
A los principales platos netamente estivales, como son los Camarones y Chopitos petroleros (flambeados con tequila) o el Moné de Lubina, se suman opciones cárnicas como el imponente Tomahawk con Ensalada de Nopales, las Enchiladas divorciadas o el Almendrado Huasteco con Magret de Pato.
En el capítulo dulce, gestionado por la pastry Sohaly Ventura, disponen de postres como la Tartaleta de cajeta, el pie de lima o el denominado “Pastel Imposible” ponen el perfecto colofón a la parte salada del menú.
Pieza capital en Iztac lo constituye su carta de bebidas. Cervezas, micheladas, tequilas y mezcales, vinos mexicanos… se acompañan de una amplia oferta de cócteles, a cargo de Earvin González, ideales tanto para comer o cenar como para el afterwork, bien en su barra o en su acogedora terraza.
Al frente de la sala, el impecable Javier Torres (maître del restaurante), dirige un eficiente personal -mexicano prácticamente en su totalidad- que se encarga de que la experiencia en Iztac sea siempre satisfactoria y enriquecedora. Y es que, como dice Jorge Vázquez: “nadie mejor que un mexicano puede explicar al comensal qué es y qué significa cada plato”.