Con el buen tiempo comienza la temporada de barbacoas y en NANAKO proponen dar buena cuenta de los ingredientes más especiales preparados en su robata.
Porque si Ariel D’Avila conquista con su omakase (con la mejor relación calidad-precio de Madrid), ahora hay que probar su BBQ japonesa, su otra gran especialidad, y que tampoco falta nunca en su menú.
En esta parrilla milenaria se hacen los deliciosos yakitoris (un imprescindible de la gastronomía callejera nipona) y aunque este término solo hace alusión a la de pollo (la de campero que preparan aquí con salsa teriyaki está de escándalo), Ariel pasa por la robata tanto carne como verduras, pescados, mariscos y frutas.
Así que, para comenzar a disfrutar del lado ‘caliente’ de NANAKO, nada como abrir boca con unos Edamames -los sirven salteados con una selección de especias que crean adicción- y continuar con las Berenjenas asiáticas acompañadas de una salsa tahina.
Antes de pasar a las brochetas hay que probar las Gyozas de Moqueca, rellenas de un guiso de gambas y con esa salsa típica de Bahía que enamora, acompañadas de Farofa -un imprescindible de la cocina del Brasil natal del chef-, un plato único en Madrid.
Y ahora sí, ¡las brochetas!
Además del mencionado pollo campero, D’Avila prepara Ternera al estilo brasileiro con farofa; Pluma ibérica con cebolla encurtida; Panceta a baja temperatura con emulsión de japalapeños y anacardos; Zamburiña en su concha con soja, mirim y mantequilla; Pulpo con shichimi togarashi -con un toque picante-, Pez limón con salsa de soja y cítricos con daikon y wasabi para acompañar.
Y para terminar… ¡más parrilla! A la hora del postre es la Piña la que toca el fuego y llega a la mesa junto a un Mojito de shiso, delicioso y refrescante. Para armonizar el viaje cuentan con una selección de vinos de Jerez, que por supuesto también están disponibles por copas; y una divertida propuesta de referencias nacionales, internacionales, espumosos, champagnes y sakes.