El Grupo Isabella’s inaugura su propuesta más desenfadada con el corazón dividido entre la playa y la montaña.
A medio camino entre una cabaña de playa y un refugio de montaña se encuentra Anita’s, la última inauguración en Barcelona del Grupo Isabella’s. Un refugio apartado en primera línea de mar rodeado por todas partes por unas vistas de la ciudad que lo convierten en el mejor oasis alejado del ajetreo cotidiano, tanto en verano como en la temporada más fría.
La cálida madera es la protagonista de un espacio que tanto nos transporta a una escena de fogatas en la playa al atardecer como a la de la chimenea ardiendo en un refugio de alta montaña. Robustas mesas de madera envejecida se mezclan con sillones y sofás vintage, o sillas de director, tapizadas con telas de rayas marineras mezcladas con telas de cuadros antiguas de Francia, en contraste con la chapa ondulada en azul eléctrico que cubre toda la barra. Mar y montaña felizmente hermanados.
En el exterior, dos pérgolas de aluminio azul cobalto permiten disfrutar del aire libre y acogen una mezcla colorida y única de mobiliario recuperado de anticuarios que se organiza alrededor de una larga mesa de más ocho metros en madera y cristal pensada para ser compartida.
El toque final de terraza de la que nunca te quieres ir lo da una llamativa guirnalda de grandes lámparas rojas y los quinqués diseminados por todo el espacio que no pueden faltar en cualquier cabaña que se precie.
Abierto de la mañana a la noche, en Anita’s se puede disfrutar de una propuesta de street food elaborada con mimo y con un producto de máxima calidad.
Todo en Anita’s es acogedor
Desde las mejores hamburguesas (sin duda su smashed-burguer se va a convertir en un clásico) hasta un delicioso fish&chips, unas alitas de pollo deshuesadas o un lobster roll con trufa que son puro comfort-food, apetecen a cualquier hora del día.
Mientras que toda la carta se basa en productos locales, dos de ellos han sido irremplazables: el pan de la hamburguesa importado de EEUU, que no ha tiene competencia, y el queso cheddar, también para la hamburguesa, traído desde Pitchfork (Reino Unido) y considerado el mejor del mundo.
La oferta de bebidas no se queda atrás y combina perfectamente con la carta: zumos naturales en su versión más healthy para tomar después de llegar haciendo running pero también batidos, smoothies tropicales, micheladas o granizado de limón con vodka para los más animados, que pueden seguir alargando el brunch del fin de semana acompañados de sesiones de DJ.
Haga frío o calor, Anita’s es un oasis en la ciudad que siempre apetece ya sea para comer, cenar, hacer brunch o tomar algo a cualquier hora en un ambiente relajado, acogedor y animado.