2021 será recordado como un gran año y todo ello a pesar de las vicisitudes que nos han tocado vivir por motivo del virus que se ha extendido como una mancha por todo el mundo.
Pero, vayamos por partes. Como muchos imaginarán, las semanas previas al Salón han sido de infarto. El pabellón 5 de IFEMA empezó a recibir a los bodegueros y, lo que al principio era un simple espacio de convenciones, empezó a transformarse en otra cosa mucho más valiosa, pues reunía bajo una misma moqueta a una gran mayoría de los mejores productores, enólogos y viticultores de España.
Así es como bajo el mismo techo y a lo largo de dos días se han cobijado profesionales que, entre todos ellos, suman miles de cosechas y un abrumador conocimiento y experiencia puestos a disposición del visitante. Con las puertas todavía cerradas faltaba algo para que todo se completase: los visitantes.
Con la tensión todavía latente, llegaron los asistentes con toda su fuerza y energía y con ellos empezó a sonar la deliciosa música que acompaña a los grandes momentos. El acto contó con la presencia del ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, que inauguró el Salón y aprovechó para charlar con algunos de los productores allí presentes.
Lleno en los seminarios y masterclass programados
En un espacio aislado del bullicio tuvieron lugar una serie de seminarios y masterclass, que contaron con un lleno absoluto y con el silencio y la atención de todos los asistentes. Así Bizkaiko Txakolina, la denominación de origen que marcó un giro importante en la concepción de txakolís más gastronómicos y complejos, pudo demostrar la gran capacidad expresiva que tienen sus txakolís a día de hoy.
Por su parte, Campo de Borja expuso ante los asistentes toda la esencia garnachera aragonesa e hizo un repaso por los diferentes terruños que conviven dentro de su zona productora, mientras que Cava desplegó todos los argumentos de “La nueva Era de excelencia” de la denominación de origen, a través de una cata con algunos de sus más icónicos espumosos.
Tarsus aprovechó para exponer los nuevos cambios que su bodega ha afrontado en esta última etapa y quiso presentar a los profesionales su gama de vinos entre las que se incluían sus últimas creaciones. Por su parte, el proyecto formativo liderado por Ramón Bilbao y conocido como The Spanish Wine Academy, expuso el esfuerzo divulgador de la cultura del vino español que está realizando a lo largo de medio mundo y ofreció a los asistentes una interesante cata donde se recorrieron diferentes estilos de vinos y zonas productoras españolas.
También contamos con la Ribeira Sacra, una de las denominaciones de origen que más a crecido cualitativamente en los últimos años y que expuso las singularidades de este pequeño rincón productor y de los vinos que allí se producen.
El Salón de los Mejores nos ha dejado también cifras de récord para esta casa con cerca de 7.000 profesionales, asistentes de más de 17 países del mundo, 2.100 vinos expuestos y 380 bodegas expositoras.
Además de todo esto, hubo un pequeño rincón destinado a los mejores elaboradores de Vermut, donde los visitantes pudieron degustar algunos de los vermuts más puntuados por la Guia Peñín del Vermut.
Cerradas las puertas de esta última convocatoria, Peñín inicia una nueva etapa de normalidad en la que el vino volverá a los profesionales, con las emociones que siempre nos traen. La siguiente cita tendrá lugar el próximo martes 30 de noviembre en el Palacio Neptuno de Madrid de la mano de los vinos con mejor relación calidad precio de la Guía Peñín, el Salón de las Estrellas.