Tras una larga espera, el futuro le ha proporcionado al malagueño Álvaro Ávila un merecido reconocimiento a su trayectoria profesional con su restaurante La Alvaroteca.
Un apasionado de su profesión, quien tras pasar por cocinas de renombre, se animó a abrir su propio negocio y arrancó en Málaga (su ciudad natal) su primer proyecto en solitario: La Alvaroteca. Un reto. Una ilusión. Un maravilloso proyecto que le ha proporcionado recientemente el merecido galardón del «Premio al mejor chef novel» otorgado por un reconocido medio nacional
Apasionado. Imparable. Creativo a más no poder. Álvaro nos abre las puertas de su locura gastronómica en La Alvaroteca. Un restaurante canalla, atrevido y seductor, con una propuesta gastronómica que no tiene desperdicio. A pesar de que a Álvaro le faltan horas en sus ajetreados días, nos concedió unos momentos para poder conocerle un poco más.
• ¿Cómo empiezas en el sector gastronómico?
Nosotros comenzamos con todas las dificultades posibles, desde cero, en un local de barrio con cañas y tapas que con los años fue evolucionando tanto en cocina como en instalaciones. De ahí lo bonito. Una enorme satisfacción gracias a los logros conseguidos con los años. Algo que gané yo mismo siempre con el apoyo de mi equipo. Sin inversores detrás ni nadie. Solo con trabajo, sacrificio y constancia.
• ¿Cuál es el fundamento de tu cocina?
La base de mi cocina es el cariño y la intuición. Mi cocina es el resultado de mucho trabajo, muchas elaboraciones y muchos guisos. En La Alvaroteca se disfruta siempre de una cocina tradicional y producto. Probablemente, lo más característico de mi cocina sea una gran base de caza llevada a un vértice divertido, potente y con conocimiento.
• ¿Cuál es en tu opinión la el secreto del éxito?
En mi opinión, se puede resumir en la constancia y en estar siempre en el restaurante para comprobar que todo va bien.
• Y tu próxima meta es…
Yo aspiro a ser feliz… Y en ese trayecto busco la perfección con la esperanza de algún día llegar a tener la ansiada estrella Michelin.
• ¿Qué necesita Álvaro Ávila para ser feliz?
A mi hija, a mi mujer y la cocina.
• ¿Cómo sería un día perfecto para Álvaro Ávila?
Un día con mi mujer y mi hija en Tokio, después una carrera de kart vestido de Pikachu por la ciudad y después tele transportarme a Ronda para cenar en Bardal de Benito Gómez. ¡Me encanta soñar!
• ¿Algo que no soportes?
Las etiquetas, la falsedad y las injusticias. Esas tres cosas, aunque el orden da igual.
• ¿Cuál es tu libro de cabecera?
El libro del Restaurante Lera (una obra maestra).
• ¿Y tu canción preferida?
Purgatory, de Iron Maiden.
• Si tuvieras que elegir una película ¿Cuál sería?
300, de Zack Snyder.
• ¿Y un color?
Los colores fosforitos… ¡Como buen ochentero!
• ¿Cuál es tu comida preferida?
Lo resumo en comer en Jaén. En esa ciudad, comas donde comas, se come francamente bien.
• ¿Cuáles son tus vicios confesables?
Café, Red Bull y patatas fritas.
• ¿Tienes manías?
Me gusta dormir tapado incluso en verano, aunque tenga que poner el ventilador o el aire acondicionado.
Álvaro Ávila continúa su exitosa trayectoria profesional en su pequeño gran proyecto. Un restaurante único, sorprendente y atrevido que logra conquistar a todo aquel que lo visita. Una visita obligada cuando se viaja al sur.