Solán de Cabras, marca de agua de referencia de Mahou San Miguel, reafirma su compromiso con la reducción de su impacto medioambiental y su preocupación por custodiar la naturaleza, implementando soluciones sostenibles.
Es por ello que la marca de agua mineral natural lanza al mercado su primera botella fabricada 100% con plástico reciclado, manteniendo la iconicidad de su diseño único. El nuevo formato aporta una notoria reducción de huella de carbono, un total de 3.179 toneladas, además de evitar el uso de más de 1.100 toneladas de plástico virgen.
Solán de Cabras continúa con su compromiso con la economía circular, por ello su botella de 50cl está fabricada a partir de otras botellas, 100% de plástico reciclado y 100% reciclable.
Este formato cuenta con múltiples ventajas respecto a otros envases. Comenzando por la funcionalidad del envase, que sigue manteniendo los estándares de calidad de Solán de Cabras, garantizando la máxima pureza de su agua mineral natural, que durante 3.600 años se ha creado a través de un largo proceso de filtrado: sin contacto con el aire y protegida de la luz solar, para enriquecerse de todos los minerales que caracterizan su cuidada composición.
Otra de las ventajas es el ahorro de recursos energéticos, gracias a la innovación en los procesos de fabricación y distribución, son necesarios muchos menos recursos que en otros formatos, lo que conlleva un posterior ahorro energético.
Jesús Núñez, Director General de la Unidad de Negocio de Aguas de Mahou San Miguel, ha recordado que “fuimos pioneros en el mercado siendo la marca de aguas con un 50% de plástico reciclado en toda la gama de Solan de Cabras. Hoy, damos un paso más al elaborar nuestro icónico envase de 50 CL con un 100% de plástico reciclado de otras botellas. Un hito que reafirma que nuestro compromiso con la sostenibilidad es robusto y la hoja de ruta que guía nuestras decisiones de futuro”.
Con este lanzamiento, Solán de Cabras ofrece al consumidor llevarse a casa el agua mineral natural de su único manantial, custodiando y conservando el entorno, en envases más sostenibles. En los últimos años, y como parte de la creciente concienciación social por el impacto medioambiental, se ha observado un aumento en el compromiso con el reciclaje y responsabilidad en el consumo de la ciudadanía.
El reciclaje es un hábito consolidado y generalizado entre la sociedad ,y el uso del plástico reciclado favorece la economía circular, manteniendo el plástico dentro de su ciclo y fuera de la naturaleza.