Dicen que el momento ideal para tomarnos un cóctel es cuando cae el sol, ese momento en el que empezamos a desconectar de las rutinas y obligaciones del día a día y comenzamos a relajarnos saboreando una copa en buena compañía.
El pasado 13 de mayo se celebró el Día Mundial del Cóctel para conmemorar esa fecha en la que se decidió llamar así a la mezcla de diferentes bebidas alcohólicas para obtener un resultado que tuviese un sabor más original, una costumbre que se remonta al S.XVII.
Para celebrarlo, Beefeater nos propone su referencia ultra-premiun Crown Jewel, inspirada en las emblemáticas joyas albergadas en la Torre de Londres, ciudad en la que la marca asienta sus orígenes desde 1820.
Una ginebra que reinventa la tradición y el lujo dentro de su categoría y que supone un verdadero tesoro para bartenders de todo el mundo, ya que mantiene la esencia de Beefeater Dry Gin, pero con un volumen de alcohol del 50%, capturando las notas cítricas de la cáscara de pomelo. Una ginebra pura, que ofrece un equilibrio perfecto entre un sabor claro y una profundidad inconfundible.