El Paisano de Tares ya está en el mercado con la añada 2022, un vino diferente para celebrar los orígenes vinícolas de El Bierzo y su tradición de mezclar uvas tintas y blancas de viñedos viejos.
De esta forma, Dominio de Tares recupera esta elaboración berciana y reivindica el porrón como forma tradicional y típica de disfrutar de un vino. El Paisano de Tares es el vino más rompedor de la bodega. Nace con espíritu reivindicativo como homenaje a todos los paisanos de El Bierzo que con su trabajo han contribuido al crecimiento de esta célebre comarca leonesa.
Un reconocimiento a todos los bercianos que han conseguido que los viñedos perduraran en el tiempo para que las nuevas generaciones puedan elaborar vinos muy diferentes sin olvidar sus raíces y tradiciones.
Dominio de Tares quiere llegar al consumidor actual que no tiene prejuicios en disfrutarlo en porrón, en vaso o copa. Un vino que nace de la mezcla de cinco variedades: dos tintas (Mencía y Garnacha Tintorera) y tres blancas (Godello, Doña Blanca y Palomino) que se encuentran en diferentes parcelas de hasta 65 años y se vinifican conjuntamente, con posterior crianza en antiguos “cubetos” de roble.
Para esta nueva añada 2022, se ha dado más protagonismo a las variedades tintas y a un mayor tiempo de maceración con las pieles para conseguir un vino además de fresco y ligero, de destacado color púrpura.
Para Rafael Somonte, director técnico de la bodega, “el Paisano es un vino actual y desenfadado, un tinto con alma de blanco para disfrutar en cualquier época del año. Más que un vino, es una forma de ver la vida”.