En verano nos quedamos con las etiquetas más frescas y divertidas de bodegas Pradorey, ideales para cualquier momento… pero siempre con la mejor compañía.
La ‘familia’ Pradorey está formada por 17 referencias que siempre apetecen. Ahora, con la subida del mercurio, nos quedamos con sus etiquetas más frescas, perfectas para disfrutar del verano frente al mar, en una escapada a la montaña, con los pies en la piscina, de picnic bajo un árbol, en una terraza… pero siempre, en la mejor compañía.
Lía, la ‘influencer’
Entre sus vinos ‘transgresores’ -porque a esta bodega de Ribera del Duero le gusta cambiar las normas- está Lía 2023, el rosado que no puede faltar cuando pensamos en el terraceo, verano, aperitivo, ‘postureo’… Es sofisticado y sin complejos.
Está elaborado con tempranillo y albillo ecológicos, y su color recuerda a los vinos franceses de la Provenza (limpio y brillante). En nariz predominan el albaricoque o el melocotón, con un toque de fresa, cereza, esencias de rosa y jazmín. En boca es sabroso, con un retrogusto a frutas maduras, largo, persistente y dinámico.
En conjunto, el vino es muy fresco, perfecto para ‘enfriar’ los días más calurosos. Armoniza muy bien con ensaladas y espárragos blancos, frutos secos como almendras y avellanas, o quesos cremosos suaves.
Pradorey Rosado
Es el favorito de muchos por ser un producto innovador, constante, elegante y sorprendente, contando con una legión de incondicionales. La última añada 2023 es fresca y equilibrada, poco alcohólica y muy aromática. “Probablemente, la mejor que hemos elaborado hasta la fecha”, señala Fernando Rodríguez de Rivera, director general de la bodega, porque “muestra el carácter de los rosados tradicionales de nuestra tierra, demostrando que estos vinos tienen personalidad propia”.
Este coupage de tempranillo, merlot y albillo, con fermentación espontánea y crianza sobre lías, atrae desde el primer momento gracias al intenso rosa frambuesa al que se suma una nariz de frutas rojas del bosque con un fondo tostado de su paso por barrica. Es delicioso, cremoso y lleno de recuerdos, de esos que invitan a rellenar la copa.
Es el aliado perfecto para el aperitivo, o un tartar de pescado, arroz caldoso o fideuá, resultando resulta genial con sardinas a la brasa, mariscos y carnes frías.
Pradorey Blanco
Lo llaman ‘el singular’ de la familia pero también podría ser ‘el ideal’ porque es un vino que enamora tanto por dentro como por fuera (gracias a su estilizada botella) del que siempre apetece más.
Este multivarietal de viogner, albarín y verdejo de la tierra de Castilla y León es de un amarillo intenso con notas de frutas maduras de hueso y flores blancas. Es equilibrado, sedoso y amplio, con una acidez moderada y persistencia en el retrogusto a frutas de hueso.
En resumen, es un vino fino, elegante, fresco y delicioso… Marida prácticamente con todo: desde un pato a la pekinesa, pasando por los pescados blancos para terminar con unos quesos de curación media, convirtiéndose en el aliado perfecto y en el acierto seguro para un sinfín de ocasiones.
Sr. Niño, para disfrutar como un niño
El verano es un buen momento para volver a jugar, para recordar, hacer alguna travesura y dejarse llevar olvidándonos del tiempo como en nuestra infancia: Sr. Niño, el ‘trendy’ de los ‘transgresores’ de la familia. En palabras de sus creadores, “es un vino sin complejos, para charlar y disfrutar de un buen rato”.
Un buen aliado para las comidas en el campo, las ensaladas en la huerta o un arroz entre amigos con el mar de fondo. En definitiva, un tinto ecológico 100% tempranillo, 100% divertido y 0% preocupaciones con aroma a caramelos de violeta al que es difícil resistirse y más aún si está fresquito. Así que… bájale unos grados de temperatura ¡y a romper con la rutina! Está elaborado por el método de maceración carbónica -una rareza en esta DO- y un mes de crianza en tinaja de barro centenaria.