Finca La Colina, un verdejo para los que saben de verdejos

Que los terrenos de La Seca -ubicados en el codiciado Triángulo de Oro de Rueda- eran especiales, lo sabía la familia Carbajo antes de adquirir las 100 hectáreas de viñedo de Vinos Sanz en el año 2003.

El empeño, primero de Joaquín y ahora de su hija Ana, es ir perfeccionando una ya de por sí excelente materia prima, permitiendo la máxima expresión de cada una de sus tres variedades de uva y del terruño en el que se asientan. Ningun vino es igual al anterior, cada uno tiene una historia que contar de las que sentirse orgullosos y dando prestigio a la DO Rueda.

Sin duda ese objetivo lo cumplen cada año con su ‘mimada’ gama Finca La Colina, elaborada a partir de las cepas ubicadas en el terreno homónimo, con rendimientos inferiores a 5.000 kg/ha y a la que pertenece Finca La Colina Verdejo Cien x Cien.

Se trata, en palabras de su autora, de un Verdejo para los que saben de Verdejos”. Como su propio nombre indica, es un monovarietal extraída de cepas viejas con una crianza sobre lías, una explosión de sensaciones dentro de una botella. Un vino con una evolución magnífica que va redondeándose según avanzan los meses, y que ha sido merecedor este año de la medalla de Oro en el Concours Mondial de Bruxelles.

Elegancia pura

Su color es amarillo pajizo con irisaciones verdosas, limpio y brillante. Un vino muy expresivo con una nariz intensa y elegante, con infinidad de matices balsámicos y complejos aromas herbáceos (hinojo, hoja de higuera, flor blanca…) con marcadas notas de fruta fresca. Tiene un final anisado, una amplia estructura gustativa y es sabroso, manteniendo su delicadeza. Su recuerdo es mineral, fiel reflejo del suelo cascajoso de la finca de la que procede.

Es elegancia pura, un fabuloso compañero de carpaccios, mariscos y ahumados, así como de pescados y carnes al horno o a la plancha, e incluso en guisos como el suquet o zarzuelas de pescado suaves.

Sus etiquetas, todas veganas, se conocen y distribuyen en más de 35 países. Elaboran ocho blancos, siete de ellos con DO Rueda: tres de la gama Sanz (Clásico, Verdejo y Sauvignon); dos de Finca La Colina (Verdejo Cien x Cien y el Sauvignon Blanc); y otros dos divertidos e inseparables, El Loco de Finca La Colina y La Chalada-; además de un Vino de la tierra de Castilla y León muy especial, Finca La Colina Dressage, su primer vino de Guarda.

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