Edetària, un viaje a través de la garnacha blanca

Edetària comienza su andadura en el año 2003 de la mano de Joan A. Lliberia con el objetivo de recuperar las variedades autóctonas y exprimir al máximo el carácter de terruño para así elaborar vinos auténticos y con un estilo propio.

El proyecto comienza con las 20 hectáreas familiares y la construcción de la bodega en la Finca El Mas. Hoy en día, tras casi veinte años de dedicación, Edetària cuenta con 60 hectáreas, dos ampliaciones de las que resulta una bodega equipada para elaborar 250.000 botellas y a nivel comercial una presencia en más de 25 países representando la exportación más del 70% de la cifra de negocio.

Joan A. Lliberia emprendió esta aventura después de estudiar ingeniero agrónomo y de cursar el máster en Dirección de Empresas del Sector del Vino en el OIV en Paris (Office International de la Vigne et du vin); pero primero trabajó como directivo en diferentes empresas del sector en Francia (La Cité Mondiale du Vin) y más tarde en Cataluña (Josep Mª Raventós i Blanc), así como en multinacionales de otros sectores: Marcilla en el sector del café y Quadis en el de la automoción.

Su infancia vivida en una familia vinculada alrededor de este apasionante mundo del vino lo hace regresar a sus orígenes, Gandesa, para poner en marcha la bodega Edetària, un sueño hecho realidad, como homenaje a su abuelo Llorens -enólogo- y a sus padres Pepita y Ángel -viticultores-, elaborando vinos auténticos en su tierra natal, con la viña de casa y con un estilo propio.

En estos 18 años Edetària se ha convertido en la bodega de referencia de la DO Terra Alta, elaborando vinos auténticos, con variedades autóctonas de viñas viejas en un terroir único de marcada personalidad. Sus vinos están considerados por los críticos vinícolas nacionales e internacionales como unos de los mejores vinos mediterráneos de España.

Para Joan A. Lliberia el vino es fruto de la tierra y debe ser muestra de su expresión en un sentido amplio: suelo, clima y forma de hacer para conseguir la máxima expresión y autenticidad. Por ello, Edetària sólo elabora vino de las viñas de su propiedad plantada en cinco terruños distintos donde una buena parte de ellas son viñas viejas:

  • Panal (duna fósil del cuaternario)
  • Tapàs (suelo de textura franca)
  • Tapàs Blanc (suelos con fragmentos carbonatados)
  • Còdols (antiguo lecho de un río)
  • Vall (suelos limosos)

De la interacción entre las diferentes viníferas con los diferentes terruños obtienen uvas distintas, cada una de ellas con su propio carácter. Esta es su mayor diferencia. Aquí está la base de la personalidad de Edetària.

Mineralidad, complejidad, equilibrio y elegancia son la esencia de estos vinos, fruto de un trabajo minucioso, adecuando cada viña en el suelo donde vive.

Joan Angel Lliberia se declara “garnachero” y reivindica esta uva como una variedad diferenciadora, rica en matices y con un gran potencial enológico. Paisaje, suelo y la influencia del clima mediterráneo al servicio de la variedad del futuro: la garnacha.

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