1 de octubre, Día Internacional del Café

Para los amantes del café no hay sensación comparable al primer sorbo por la mañana. Notar el efecto instantáneo de despertar, la sensación de que nuestros sentidos vuelven a estar alerta, se la debemos en gran medida a la cafeína que contienen los granos.

Pero la infusión del café no es la única manera de disfrutar de uno de los sabores más particulares que existen, ahora mismo podemos encontrar desde dulces hasta cervezas con su inconfundible aroma. Te contamos algunos y te explicamos cómo y dónde disfrutarlos en su Día Internacional.

El café es la bebida más consumida del mundo y se calcula que cada día preparamos más de 1.400 millones de tazas o lo que es lo mismo, cada persona mayor de 15 años toma alrededor de 1,3 kilos de café al año. Aunque en España estamos muy por encima de esa media, con 4,5 kilos y más de tres tazas al día, no somos ni de lejos el país más cafetero, título que ostenta Finlandia seguida muy de cerca por el resto de países nórdicos donde pueden llegar a tomar más de nueve tazas cada jornada.

Pero como no solo de bebidas calientes vive el hombre, te presentamos otras formas de disfrutar del café que no pasan necesariamente por la infusión, en este caso te presentamos varios tipos de dulce e incluso una cerveza.

Eclairs, tartaletas, tiramisú y cerveza

¿Recuerdas los mini eclairs de las bandejas de pasteles de nuestra infancia? Los de café siempre eran los que los niños evitábamos e incluso preguntábamos si esos eran de café o de chocolate. Cuando crecemos sin embargo son de los más codiciados, para solucionarlo en Levaduramadre puedes encontrar unos eclairs de masa choux rellenos de crema de café con glaseado de café que están riquísimos.

Otro de los dulces a base de café que todos conocemos es el tiramisú, un rico bizcocho empapado de espresso con crema de queso mascarpone a la que es imposible decir que no.

Pero no solo tenemos postres tradicionales, también podemos disfrutar de unas originales tartaletas a base de bizcocho de café calado con almíbar de amaretto al que se añade una crema de queso mascarpone, un poco de cacao y granos de café garrapiñado.

Y por último, una pieza de bollería de lo más original: pain au capuccino, que no es más que una original versión del pain au chocolat en este caso relleno de crema de leche y crema de café juntas, de modo que al morder se mezclan creando un intenso sabor a capuccino.

Pero para original la cerveza artesana La Sagra Mulata, una cerveza negra y ligera -5% volumen-  con gusto y aroma a café y cacao y con un leve amargor torrefacto. Es una bebida ideal para combinar con dulces a base de café o de chocolate. Esta Porter Ale tiene unos matices verdaderamente especiales gracias a la mezcla de granos tostados y pálidos de malta utilizados en su elaboración. Puedes encontrarla en algunos establecimientos de Madrid como Blue Moon Taphouse, en Francisco de Sales, 34 o en La Sagrada Fábrica de la calle Ponzano, 74, ambos de Madrid.

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